El Gobierno pone fin al plan Estadio Seguro: “Ha fracasado en su diseño y estructura”

En medio del impacto nacional por la muerte de dos hinchas de Colo Colo en las inmediaciones del estadio Monumental, el Gobierno del Presidente Gabriel Boric decidió cerrar definitivamente el plan Estadio Seguro, una medida que durante más de una década intentó garantizar la seguridad en los recintos deportivos del país.

El anuncio fue realizado por el ministro de Seguridad, Luis Cordero, durante una actividad junto a Carabineros en la comuna de Providencia. En su intervención, el secretario de Estado no eludió críticas al programa:

“Estadio Seguro fue una iniciativa a la cual todos los gobiernos han puesto significativos empeños y, por distintos tipos de razones, algunas atribuibles al sistema sobre el cual funciona, este ha fracasado. Ha fracasado en su diseño, en su estructura y en su régimen de funcionamiento”, afirmó tajante.

Un cierre con fundamentos

La decisión de suprimir Estadio Seguro, indicó el ministro, responde a tres razones fundamentales.

En primer lugar, el cambio en la orgánica del Estado, con la creación del Ministerio de Seguridad Pública, ha modificado las competencias originalmente asignadas al Ministerio del Interior, donde se gestó el plan.

En segundo término, la legislación ha evolucionado respecto a la organización de eventos masivos, lo que, a juicio del Gobierno, requiere un nuevo marco institucional.

Finalmente, Cordero hizo hincapié en que las dinámicas delictuales dentro y fuera de los estadios han cambiado, y que ya no basta con un organismo centralizado para abordarlas.

Nueva mirada a la seguridad en el fútbol

El ministro recalcó que la decisión implica no solo el fin del plan, sino también un cambio de enfoque institucional. “Sacar la figura de que hay una especie de zar encargado de los estadios”, explicó. “La seguridad del fútbol profesional debe entenderse como la de cualquier evento masivo que requiere coordinación, atención específica y responsabilidad compartida entre distintos actores”, añadió.

Con este giro, el Gobierno busca dejar atrás una estructura que, pese a sus buenas intenciones, no logró prevenir hechos de violencia reiterados en los recintos deportivos. Ahora, la atención se centra en cómo se redefinirá el modelo de seguridad para el fútbol chileno y qué medidas concretas adoptará el Estado para frenar la creciente escalada de violencia en el deporte.