¡Por fin! El renacer de Nicolás Jarry en Madrid que nadie vio venir

(GettyImages)

En una temporada llena de dudas, derrotas y hasta una fractura, Nicolás Jarry volvió a sonreír en el momento menos esperado. El chileno rompió su mala racha de forma contundente y encendió las alarmas en el Madrid Open. ¿Vuelve el “Príncipe” justo antes de Roland Garros?

Este jueves, Jarry se impuso con autoridad al alemán Daniel Altmaier por 6-3 y 6-2, en poco más de una hora de juego. Una actuación sólida, confiada, y sobre todo necesaria, que marca un quiebre luego de meses oscuros. Su tenis, por fin, volvió a fluir.

La victoria no solo le permite avanzar a la segunda ronda del Masters 1000 español, sino que también representa un bálsamo emocional. Jarry arrastraba cinco derrotas consecutivas, sumadas a una sequía de más de tres meses sin ganar un solo partido en el circuito ATP.

Desde aquel lejano 19 de febrero en Río de Janeiro, donde venció al argentino Juan Manuel Cerúndolo, el chileno solo acumulaba frustraciones: caídas en Santiago, Bucarest, Montecarlo y Múnich. Incluso, tuvo que lidiar con una dolorosa fractura en el meñique, que frenó por completo su impulso competitivo.

La victoria sobre Altmaier, actual 67° del ranking, no solo le devuelve confianza: también es su segunda celebración del año en arcilla y la quinta en total a nivel ATP durante esta temporada. No son cifras deslumbrantes, pero sí suficientes para recuperar el ánimo y creer.

El desafío ahora sube de nivel. En la segunda ronda, Jarry se medirá con Grigor Dimitrov, actual número 16 del mundo y ex top 3 del ranking. Un jugador completo, con experiencia y talento de sobra. El partido promete, y puede ser el punto de inflexión que necesita el chileno para retomar vuelo.

El duelo aún no tiene horario confirmado, pero está programado para jugarse entre este viernes y sábado, y se podrá ver a través de la plataforma Disney+, que transmite todo el Masters de Madrid.

¿Podrá Jarry dar la gran sorpresa y recuperar su lugar entre los mejores del mundo? Lo cierto es que en Madrid, al menos por un día, volvió a sentirse protagonista. Y eso ya es mucho decir.